La Exposición didáctica

El príncipe Genji visitando a la dama Hana Chiru Sato (detalle). Grabado ukiyo-e, obra de Ogata Gekko. Publicado por Yokoyama Ryohachi en 1892

Durante siglos, la sociedad japonesa estaba estructurada de forma piramidal, en cuya cúspide estaba el emperador aunque, en algunas épocas, desde el punto de vista práctico ese lugar lo ocupaba el "shogun" o generalísimo.

El primer emperador fue el legendario Jimmu Tenno, descendiente de la diosa del sol Amaterasu. De él proviene la lista de los restantes emperadores que se han sucedido a lo largo de miles de años de la Historia del Japón, a quienes, hasta el siglo XX, se les consideraba de carácter divino.

En el Japón antiguo los emperadores ocuparon una posición y un papel diferente, según el periodo durante el cual desarrollaron su mandato: si antes o durante el gobierno militar de los samurais.

Jimmu Tenno. Primer Emperador mítico del Japón. Grabado ukiyo-e, obra de Yoshitoshi. Publicado por Funazu en 1880

Antes de la subida al poder de los samurais - que con el "bakufu" gobernaron el país durante distintos periodos-, el emperador ostentaba el poder con la ayuda de los nobles. Pero al estar en mano de los samurais el poder efectivo, el emperador se convirtió en una figura poco más que simbólica. Sin una posibilidad real de gobernar, estaba obligado a conducir una existencia fuera del mundo, apartado, casi segregado, en su palacio imperial de Kioto, rodeado de una corte de nobles.

Los únicos poderes que le quedaban eran aquellos religiosos y tradicionales. Y - aunque era el quien nombraba el "shogun"-, esta facultad era sólo ceremonial.

La vida que llevaban en la corte el emperador y sus nobles era muy monótona. Estaba alegrada apenas, por el placer de las conversaciones cultas, los concursos poéticos, la música y las ceremonias religiosas, a las que asistía en gran pompa con sus vestidos de ceremonia.