El Sto. Niño de Cebú Madera, oro y plata. Filipinas, hacia 1760.

Santo Niño de Cebú, guía de misioneros.

Las Filipinas fueron colocadas bajo la protección del Santo Niño de Cebú, desde que fue encontrada su imagen en 1565. Este niño Jesús coronado, con la esfera del mundo en una mano y un bastón en la otra, era y es muy popular, especialmente en Visayas.

Para los Agustinos él ha sido guía de la misión desde un principio. Y él es también el patro n o de los Agustinos Misioneros de Filipinas.

Esta escultura de madera policromada, con base, vestimenta y c o rona de plata y oro, fue enviada al Real Colegio de PP. Agustinos de Valladolid hacia 1760, por el P. Bernardo Suárez. Este gallego, de Santiago de Compostela, fue el primero que profesó en Valladolid en 1744, cuando todavía estaban viviendo en casa arrendada.

Llegó a Filipinas en 1750, siendo primero profesor de Artes y Moral en Manila. Se dedicó después a la tarea de evangelización en pueblos tagalos.

Ocupó diversos cargos de responsabilidad, siendo Procurador Provincial, Secretario y Definidor. En 1769 fue elegido Provincial. Murió en Manila, un año después tras haber contraído una enfermedad, mientras inspeccionaba antiguas parroquias de jesuitas en Samar y Leyte.

Esta imagen del Sto. Niño –donada por el P. Suárez al Re a l Colegio de Valladolid–, ha presidido hasta 1930 la capilla de los estudiantes, así como otros actos solemnes.

Durante la invasión de las tropas francesas en 1808 esta imagen fue salvada del saqueo gracias a un antiguo criado y amigo de la comunidad, llamado Roque Prado. Para librarla de la rapacidad, él metió la imagen del Sto. Niño dentro del brocal de un pozo de agua.